Mi corazón de repuestoSe muere por latir siempre a tu lado
Como te acuestes me acuesto
Como te mueras te mato
Porfín. Porfín vuelvo a los vagueos de silencios interminables. A los pasajes gratuítos de relax los fines de semana. Sí, se acabó y, ahora, sólo tenemos la mente en cómo nos pintaremos la cara el primer viernes de carnaval. Porque la ilusión nadie nos la quita. Tenía ganas de volver a sentir ésto. Perderme en una copa de arena y fundirme entre los granos, resbalando con el tiempo, sin perderme entre paréntesis y pausas que ralentizan ésta monotonía.