jueves, 22 de julio de 2010

No te voy a negar que me sentí la persona más completa y feliz en ese mismo instante. Que deseé atrapar el tiempo y hacerlo mío. Bailar con las sombras del viento y dedicarte un acorde que nos haga recrear el silencio de la noche por La Laguna. Mentiría si te digo que no adoro la paz de tus brazos, que tus ojos destellan en mi como una estrella y desconecto un poco más del mundo. Me estremece lo efímero que llegas a ser... pero, por ahora, no pongamos los pies en el suelo.