sábado, 31 de julio de 2010

Fugacidades. Una noche que nos dejó con la miel en los labios. Caricias que se convirtieron en la despedida menos esperada. Las arenas del tiempo nos jugaron una mala pasada... y los segundos, de repente, dejaron de pesar. No había tiempo para bañarse en las lágrimas que aún esperaban ansiosas por caer. Paréntesis en el tiempo. Sí. Soy consciente de que no somos más que un presente, pero, ¿es tan difícil cumplir la promesa? Me llamarán loca pero hoy mis labios huelen a tu perfume, sí. Mi espalda tiene los trazos invisibles que pintaste anoche... Y desconozco el tiempo que pasé enredada en un extasis emocional contigo, pero aún no puedo quitarme de la cabeza la paz de tus ojos, el cálido aroma que reflejaba el relajante paseo por las comisuras de tus labios... Rompes mis esquemas. Otra vez.