domingo, 5 de septiembre de 2010
La brisa sopla. Baila entre los cabellos sueltos, entrelazándose con ellos. Es ganas de echar a volar, de imaginar un salto que te haga tocar el cielo con las manos... Queremos traspasar el umbral de lo monótono, hacer algo simplemente porque nos sale de los ovarios, vaya. No me gusta no poder hacer el ridículo porque haya alguien que siga nuestros movimientos, dispuesto a recrear escenas que jamás llegaron a pasar. Todos hacemos mutis por el foro alguna vez... Así que no esperes que vuelva con flores en las manos. Hoy ha sido uno de esos días de tele y sillón. Bastante cómico, de hecho. Me gusta perder el tiempo en un día de resaca. Hacer como si los segundos pararan, cerrar la llave del reloj de arena y, atrapar unos recuerdos allí. Los suficientes como para sobrellevar la carga de unos cuantos días.