Nos sentimos reprimidos. Anulamos el compromiso con la libertad que firmamos con los ojos cerrados. Una vuelta hasta el submundo para recuperar la cordura que escondimos bajo una bonita piedra con forma de sol. Agonías. Edición de nuevos sentimientos que se despiertan de forma egoísta, sin dejar huella en su camino, llegan, sin más. Ya no me vasta con un simple juego de palabras, ¿sabes? Quiero más. Quiero ver cómo das el primer paso.

Llévame a Itaca.