domingo, 30 de enero de 2011

No hacen falta palabras para hacerte saber que te necesito aquí y ahora. Abrazándome. Olvidando nuestros problemas que hoy suponen un inmeso muro para centrarte en los míos. Dejar que corra el tiempo en un abrazo reconfortante, de esos que te quitan el aliento. Te lo debo todo. Las horas que te pasas escuchando una y otra vez la misma historia; las mismas ganas de querer tirar la toalla, de saltar al vacío en un impulso de rabia. Cuánto admiro la fuerza que me has regalado, las ganas de decir hoy puedo, porque sí, no estoy sola.
Los paseos por La Laguna, dándote con mi inmeeeenso culo; enfados que dan pie a vernos cada uno en una acera paralela, aguantando la risa; películas que vimos y otras que por simple capricho, acabaron por de quedarse a medias; llorar de alegría y luego gastar bromas; recibir un mensaje kinki que me suponga una sonrisa aun estando estudiando geografía; ver como, cuando sabes que algo me incomoda, pasas la mano alrededor de mi hombro o, me aprietas con fuerza, para recordarme que no me dejas sola ni un instante; tu empeño por jugar a los sims y el mio por cantar Hallelujah; pinchar y enfadarnos porque te crees el macho alfa del equipo; llamarte princesa y que exageres todavía más (si se puede) tu afeminada forma de ser; cuestionarte mil veces porqué las ranas croan y comerte la cabeza hasta que te das cuenta de que fue una simple casualidad; fingir que estudias para tener una mínima excusa de ir a la biblioteca, a la mesa que algún día llegaremos a decorar por completo. Comer hasta decir... buuff (aunque eso sólo nos haya pasado una par de veces contadas); Que me beses los pies; que los domingos teguesteros siempre acaben con una despedida que terminan por hacer desesperar a tu padre... Sensaciones caprichosas que, poco a poco, me doy cuenta de que, sin ellas, no soy nada.
PD: Callate la puta boca joder!

martes, 25 de enero de 2011

No me canso de decir que eres tú, eres tú el que causa esta bipolaridad constante. El que me hace víctima y cómplice de tus juegos al mismo tiempo. Ya puedo llorar de rabia como saltar en un charco de agua radiante de felicidad. No aguanto más; quiero dejar salir estas mariposas que encerramos, olvidarlas y que revoloteen sin sentido; pero lejos, sí, muy lejos de aquí. Odio las cinco letras que componen tu nombre y queman aún sobre mi espalda, arañándola sin consuelo, desvariando...

sábado, 22 de enero de 2011

Me gustan los aviones, me gustas tú
Me gusta viajar, me gustas tú
Me gusta la mañana, me gustas tú
Me gusta el viento, me gustas tú
Me gusta soñar, me gustas tú
Me gusta la mar, me gustas tú

jueves, 20 de enero de 2011

Supongamos que por azar del destino mañana me despierto en otra ciudad; que los problemas de hoy ya no son más que sombras sobre el río, casi transparentes. Se pausa la realidad en unos segundos y entonces cambio de rumbo, de momento, de escena e incluso de acto y de guión. Me sumergo en el nuevo mundo del inexplorado personaje que hace lo que quiere... Sí, esta vez empecemos sin el antifaz en los ojos, sin vendas que luego nos cieguen el camino hasta castigarlo con sucios matorrales que te quiebran los talones.
Yo sólo quiero olvidarme de todo.

martes, 18 de enero de 2011

Sigo viva, sí. Entre las telarañas de lo que ayer fuimos que, hoy, no me dejan ver más allá de los recuerdos de un viejo álbum de fotos. Me cuesta dar un paso sin tener que pensar porqué lo estoy haciendo. Replantearme las cosas más de cien veces hasta llegar a aborrecerlas. Me doy asco. Aléjate de mi y déjame el margen que necesito para odiarte, para pedirte que no vuelvas, dedicarme a mi y sólo a mi las mil palabrerías que soy capaz de soltar al día. Pero ya estamos, de vuelta, con ganas de volverme loca, de no evitar la perdición de tus labios y el silencio de tus brazos. Bipolaridad constante. Últimamente no me siento bien ni frente a un enorme tazón de chocolate. Suelo tener la calculdora a mano y multiplicar sin más cada problema... Y, puestos a seguir con quejas incoherentes, te añado a ti a esta pequeña lista. Hoy me haces falta, me hacen falta tus abrazos de papa amoroso.

lunes, 3 de enero de 2011

Inventa un cielo para mí.