Supongo que, por una entrada más que te dedique... tu ego no podrá aumentar más... Esta bien pues; ahí voy. Ahora, que los recuerdos hieren, que las fotos son reflejos de una imagen que ya no existe. Ahora es cuando me preguntó porqué tanto guión, porqué tanto estudio de momentos bonitos... ¿Sabes? No creo que lo entiendas nunca, si no eres capaz de captar la ironía. Pero querrás volver. Porque no hay curas para este tipo de adicción. Beberás de mi orgullo, del ansia. Reirás de histeria, llorarás ante la belleza de lo que no conoces, contarás las horas. No tengo voluntad, pero te verás sometido a ella. Sin quererlo...
Llegaste como la calima a esta isla. Fuiste un soplo de aire fresco, que removió mis nubes. Me trajiste calor, pequeños rayitos de sol a plazos. Y luego, eras arena. Tapaste el sol, volaste mis castillos. Difuminaste el cielo y, de repente, dejó de parecer tan grande. Sal. No quiero seguir juegos estúpidos; lo siento... pero no soy una muñeca a la que puedas pintar una sonrisa y unas lágrimas cuando quieras distorsionar y tartar de cambiar mi rumbo.












