martes, 31 de agosto de 2010

Es como una jugada de póker. Entrelazas pasos, miradas, sonrisas, vueltas... Apuestas por ello para intentar ganar. Es hora de que Itaca vuelva a bailar. Es hora de coger las zapatillas rosas y decorar sombras difuminadas sobre su arena. Pintar atmósferas que sirvan de reflexión, paréntesis clásicos capaces de parar el tiempo en una pirueta. Necesito volver a sentirme viva. Respirar el amargo olor a las ocho de la tarde de la vieja clase de ballet, sentir el agua de una ducha fría, canalizar energia en un teatro, frente a la única persona que quiero bailar. Es espóntaneo ¿Bailamos? Estamos en tu mundo.